RECURSOS
September 20, 2017
Milagrosamente recuperado de ataques cardíacos, dos convulsiones y daño cerebral grave en menos de cuatro meses.
Así es la historia de CAE, de 10 años, quien se recuperó milagrosamente.
En junio del año pasado, CAE estaba subiendo las escaleras de un campo de fútbol, después de ver un partido con su padrastro cuando se desmayó. El niño sufrió convulsiones, dos ataques al corazón y estuvo entre 15 y 20 minutos sin oxígeno en el cerebro, lo que resulta en lesiones graves que afectó todas las regiones del cerebro.
Cuando fue llevado al hospital público Walfredo Gurgel, Natal, Rio Grande do Norte, la familia descubrió una enfermedad que nunca había mostrado signos; cardiomiopatía hipertrófica, una enfermedad de origen genético que se caracteriza por el engrosamiento del músculo cardíaco.
CAE fue sometido a un coma inducido durante 14 días para realizar pruebas. Sin embargo, después de que los sedantes terminaron su efecto, no volvió a ser el mismo.
“El no veía, no hablaba,hacia poco movimientos, sus manos no funcionaban acorde a su edad”,dijo en una entrevista con Guiame la madre del niño, Flávia Romano, 33 años.
Ante esta situación, la Iglesia Bola de nieve en Natal, donde la familia es miembro, se unió para orar y ayunar por CAE. “Empezamos a ver los milagros desde el principio. Dios comenzó a mostrar que desde el principio estaba en control “, dice Flavia.
Cuando CAE llegó en estado grave en el hospital, el médico realiza la desfibrilación cinco veces. “En general, un niño volvió a la vida con adrenalina y masaje cardíaco Él estaba realmente muerto. El informe del hospital dijo que la muerte súbita se revirtió”, recuerda Flavia.
La oración que sustenta
Mientras tanto, los amigos, familiares y personas de diferentes iglesias permanecieron en oración continua. Después de 45 días de hospitalización, los médicos informaron a la familia que CAE nunca hablaría, caminarís y podría estar en un estado vegetativo.
“Fue muy difícil escuchar esto, pero para Dios nada es imposible. Empezó a responder poco a poco comenzó a ver señales, y a dar indicios de que escuchaba. Después de salir del hospital todavía no me reconoció, y hablaba algo enredado”, dice.
La madre dice que los milagros y los avances han estado yendo a través de oraciones específicas. “Se fue a casa con la sonda y sin reconociéndome como su mamá”.
Para Flavia, recibir el apoyo de la iglesia fue fundamental. “Muchas veces, no tenían fe, lo confieso, pero la iglesia estaba presente, las oraciones de la gente que vino a visitarme de muchas iglesias en el hospital, me armaron de valor y alimentaron mi fe “, dijo.
La vida después de la tormenta
El testimonio de la vida de la CAE, está registrada por su familia en un vídeo,y a sumado 5 millones de visitas en Facebook:
Hoy, a los 10 años, CAE regresó a una vida normal. A pesar de tener una pequeña parte cognitiva con secuela que afecta el aprendizaje, se comporta normalmente, e incluso se ha bautizado
“La primera vez que fui bautizado por el Espíritu Santo, sentí una cosa sobrenatural. Algo que nunca había sentido antes “, dijo el niño en un servicio en su iglesia, en septiembre del año pasado.
Para la medicina,su rápida recuperación es un milagro. “Lo que la medicina dijo que tomaría años y que quizás no habrían mejoras, Dios lo transformó en un gran milagro para su Gloria, mi hijo camina, habla y vive una vida normal”, celebra Flavia.
September 20, 2017
Devocional - ¿Qué Significa El Temor o Temer a Dios? ¿Que Dice La Biblia?
El Miedo humano
Un poco de miedo es bueno porque nos hace ser cautos cuando subimos escaleras, usamos herramientas eléctricas o conducimos un auto. El miedo es lo que nos mantiene vivos y mientras no se esté inmovilizado, no es un problema.
Hay miedos que pueden crecer y salir fuera de control, estos miedos pueden ser el miedo a las alturas, miedo al agua, etc, pero eso no es a lo que me estoy refiriendo hoy. El miedo nos impide que nos hagamos daño, al menos en la mayoría de los casos.
Es el miedo que nos hace prestar atención alrededor de una estufa caliente, nos hace dudar si vemos luces de freno delante de nosotros, y nos puede hacer correr si un perro del barrio comienza a perseguirnos, así que no todo miedo es malo.
El miedo a pagar una multa por exceso de velocidad hace que la gente vaya más despacio (¡al menos un poco!). El miedo a la aplicación de la ley impide que las faltas ocurran. Entregar un arma con respeto significa que tememos lo que puede hacer, y cualquier cosa que tengamos que nos cueste mucho, tendemos a darle más importancia. Tememos dejar nuestro carro fuera de noche porque alguien podría robarlo. Cerramos nuestras puertas por la noche para evitar que los ladrones roben nuestras posesiones, así que el miedo es productivo y protector, pero también trae sabiduría, y hablando por mí mismo, siempre es necesario.
Ahora, el miedo es un sentimiendo natural ante situaciones que ponen en riesgo nuestra vida, o nuestra integridad fisica. Pero la Biblia cuando se refiere a Dios, no nos dice que debamos tenerle miedo y si temor.
No hay sabiduría sin el temor a Dios. Ese temor es un temor santo, reverencial y de respeto por Dios y Su Palabra.
El Principio de la Sabiduría
Cuando somos más jóvenes, parece que no tenemos mucho miedo a las alturas, pero cuando envejecemos, tememos más porque una persona mayor puede resultar herida y puede ser que nunca se recupere. Muchos de ellos terminan en asilos de ancianos, así que el miedo es bueno, pero ¿por qué dice que debemos temer a Dios? No hay sabiduría sin temor a Dios. Ese temor es un temor santo, reverencial y de respeto por Dios y Su Palabra.
Temer a Dios y a Su Palabra es donde la verdadera sabiduría comienza, y no es la sabiduría terrenal que la humanidad ofrece, sino la sabiduría que viene de lo alto (Santiago 3:17). El temor del Señor es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción (Prov 1,7), así que no puede haber sabiduría de lo alto sin el temor de Dios. Por eso este mundo está tan perdido. Como en los días de Pablo, así es hoy, “No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:18), y sin ese temor de Dios, no hay sabiduría de Dios.
No tengo que decirles que el mundo necesita ser sabio y temer a Dios. No sólo el temor a Dios te hace sabio, “El temor del Señor prolonga la vida” (Prov 10,27). Entonces, ¿cómo es este temor?
Salomón dice:”El que anda en rectitud teme al Señor” (Prov 14,2), pero también “En el temor de Jehová está la fuerte confianza;Y esperanza tendrán sus hijos” (Prov 14,26). ¿Empiezas a ver la sabiduría en el temor a Dios? Podría prolongar tu vida, podría darte protección, y “el temor del Señor es fuente de vida” (Prov 14,27a). Como puedes ver, hay mucha sabiduría en tener temor a Dios.
El temor del Señor es el principio de la sabiduría
¿A Que Se Parece El Temor Divino?
Toqué algo de lo que es el temor santo y eso incluye caminar rectamente delante de Dios. Significa guardar Su Palabra, obedecer sus mandamientos y vivir una vida que le agrada. El temor divino es obediencia, no por miedo de que Dios te mate por que desobedeciste. Este tipo de temor del Señor no es el que la Biblia nos enseña.
Temer a Dios es obedecer a Dios, vivir para Dios, y testificar de Dios. Cuando obedecemos a Dios y a Su Palabra, somos sabios, no sólo comenzamos a serlo. La sabiduría es obediencia a la Palabra de Dios y Su Ley. Caminar en las buenas obras que Dios ha planeado que hagamos es también temer a Dios (Ef 2,10). Nosotros sabemos que debemos hacer el bien a los demás. Jesús ve eso como que se lo estamos haciendo a Él (Mateo 25:40).
El temor de Dios esta asociado a la obediencia. Esto explica el estado de este mundo, porque sólo “por el temor del Señor uno se aparta del mal” (Prov 16,6). Es obvio que el mundo en general no teme a Dios, por que no se alejan del mal; de hecho, eligen el mal sobre el bien. Cuando el mundo no obedece a Dios, el mundo no puede recibir la verdadera sabiduría. El resultado (o consecuencia); hay poca o ninguna sabiduría divina. ¡Eso duele!
Recibiendo Sabiduría de Dios
Santiago 1:5 “Si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídala a Dios, que da generosamente a todos sin reproche, y le será dado”.
Así que, en primer lugar, pídele sabiduría a Dios, pero si no hay obediencia en la vida de la persona, entonces eso demuestra que no hay temor de Dios, y cuando no hay temor de Dios, la sabiduría de lo alto es bloqueada porque “la sabiduría de lo alto es primeramente pura, luego pacífica y benigna.
Aquí vemos el fruto del mundo o su versión de lo que es sabiduría. El sistema mundo es lo opuesto de lo que Santiago describe. Para Santiago la sabiduría es pura; para el mundo es contaminada. Vemos también que la sabiduría trae paz; para el mundo solo violencia. Ella no tiene nada apacible y si de áspera; no está abierta a la razón sino es de mente cerrada. La verdadera sabiduría está llena de misericordia; para el mundo es despiadada.
Según Santiago la sabiduría tiene buen fruto, pero la sabiduría del mundo tiene un fruto plastico. Esta sabiduría no es imparcial pero si prejuiciosa e sin sinceridad. Si esta sabiduría, no es de Dios, es del enemigo.
Salomón dice: Temed al Señor y al rey, y no os unáis a los que hacen otra cosa (Prov 24,21).
El temor del hombre pondrá lazo; (Prov 29:25), pero el temor de Dios es vida porque imparte sabiduría divina.
Conclusión
El Nuevo Testamento enseña el temor de Dios. Todos necesitamos la sabiduría que viene de lo alto. Esta sabiduría es difícil de recibir hasta que caminemos en obediencia. Cuando Dios nos da luz, y caminamos en esa luz (obedecemos), Dios nos dará mayor luz. La luz es la sabiduría o claridad de Dios sobre algo en la Biblia.
Tal vez es algo que vemos hoy que no habíamos visto antes en la Biblia. Creo que si no andamos en esa luz, entonces hay pocas razones para esperar más luz. “Pero si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).
Es mucho más fácil tener temor de Dios cuando estás caminando en la luz; que cuando estás caminando en las tinieblas.
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September 20, 2017
Escritos del Pastor - DERRIBADOS, PERO NO DESTRUIDOS. 2 Corintios 4:9
DERRIBADOS, PERO NO DESTRUIDOS. 2 Corintios 4:9
El fracaso nos sienta como si nos dieran un puñetazo. Y cuando ocurre repetidamente, somos tentados a abandonar. Pero no lo hagas, debes volver a levantarte.
El hecho de que fracases no hace de ti un fracasado; pero si te rindes, entonces sí lo serás. H.E. Jensen dijo: “El hombre que triunfa es como un boxeador que ha sido derribado varias veces pero que se levanta antes de que el árbitro cuente hasta diez.”
Una vida libre de fracasos parece muy segura, pero contribuiría al aburrimiento, a la apatía y a la baja autoestima. ¿No te has dado cuenta de que el enemigo nunca te recuerda lo que has aprendido? No, porque quiere que sólo rememores los detalles dolorosos.
Aprende la lección, ¡pero olvida los detalles! Para obtener victoria, tienes que construir sobre lo que has aprendido y seguir adelante.
DERRIBADOS, PERO NO DESTRUIDOS. 2 Corintios 4:9
El teólogo Brooke Foss Westcott dijo: “Los grandes acontecimientos no hacen héroes ni cobardes, simplemente los descubren”. Poco a poco, mientras dormimos o estamos despiertos, nos fortalecemos o debilitamos; hasta que una crisis nos revela en quién nos hemos transformado.”
El siguiente artículo apareció en el periódico The Wall Street Journal:
“Has fracasado muchas veces, aunque tal vez no las recuerdes. Fallaste la primera vez que intentaste andar. Y casi te ahogas la primera vez que te pusiste a nadar. ¿Metiste gol la primera vez que cogiste el balón? Los mejores delanteros, los que más goles meten, son los que más goles han fallado también.
R. H. Macy fracasó siete veces hasta que su tienda de Nueva York tuvo éxito. Al novelista inglés John Creasey le rechazaron 753 manuscritos antes de publicar 564 libros.”
H. Jackson Brown nos presenta dos reglas para ganar: Primera: Da un paso más. Segunda: Cuando no puedas dar otro paso, vuelve a la primera regla.